dimarts, 17 de maig del 2011

hey wait.



Me la imaginé como otras tantas veces, me la imaginé tirada en la cama, con mi camiseta vieja que le venía demasiado grande, en aquella casa que le venía demasiado grande pero que llenábamos sin ningún problema con los acordes de Evil, y sonaban una y otra vez. Estaba allí, con su cara de niña de diecisiete años pidiéndome sugerente que me tumbara junto a ella, como siempre hacía. Y luego me quitaba los calzoncillos sin que sus manos dudasen un momento.
Me la imaginé allí, pero ya estaba demasiado lejos. 

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